Tranquilo


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9.12.10

El espíritu habla al alba.

Las mañanas se llevan pequeños pedazos de nosotros. Como todo. Como el viaje al fondo del colectivo. Como un subterraneo demorado y atestado. A veces es tanta la abstracción, que los mensajes (Caminantes de la oniria) se refractan con el aire matutino.
Querer paz.
Hoy, querer paz para el resto de las mañanas.
La despreocupación.
La misma que la del can jugando en los andenes. Asombrado con el paso de una oruga industrial y corriendo de punta a otra. Encontrandose en cada extremo del anden con el reflejo de su cara entretenida, y el de la lengua colgando, y los ojos riendo.
La revelación cayendo como arroyo.
Ser el silencio entre las notas. El aire entre las ramas.
Ser en paz lo que fluye.
Como el arroyo.
Como la revelación.

Conversaciones con mi mente: Un pichón con traje.















Ningún lugar está aquí o está ahí
Todo lugar es proyectado desde adentro
Todo lugar es superpuesto en el espacio

Ahora estoy echando un lugar para afuera
estoy tratando de ponerlo encima de ahí
encima del espacio donde no estás
a ver si de tanto hacer fuerza si de tanto hacer fuerza
te apareces ahí sonriente otra vez

Aparécete ahí aparécete sin miedo
y desde afuera avanza hacia aquí
y haz harta fuerza harta fuerza
a ver si yo me aparezco otra vez si aparezco otra vez
si reaparecemos los dos tomados de la mano
en el espacio
donde coinciden
todos nuestros lugares


O, Hahn.

3.12.10

-Gli ho trapassato il Cuore, avete visto? Avreste dovuto farlo voi !
-Dovevo farlo, IO? e perchè ??... Si dice che fosse... un wurdulak.

-Ich habe durchbohrten Herzen, schon gesehen? Würden Sie haben zu tun hatte es sie!
-Ich würde sagen, ICH? Und why?? ... Es wird gesagt, daß es war ... EIN wurdulak.

-J'ai percé le Coeur, vous avez vu? Auriez-vous dû le faire vous!
-J'ai devraient le faire ,JE? Et pourquoi??... Il est dit qu'il était... Le wurdulak.

-Jeg har gjennemstunget Hjerte, har du sett? Ønsker du har hatt til å gjøre det du!
-Jeg skal gjøre så, JEG? Og why?? ... Det er sagt at det var ... En wurdulak.


Y en todas las tierras, un Wurdulak ha muerto.

24.11.10

Catarsis.

La necesidad estaba en empezar a danzar parado en la punta de una Y griega (Ahí arriba; estar parado en la rama más gruesa y marcada). Pero sólo porque los pies están nerviosos, saltan saltan saltan Y los dedos tiemblan tiemblan tiemblan Y lo que en realidad quiere salir es el tremor del pecho, el que oprime hacía afuera, como embión de péndulo (A chest-stuck tremor me atrevería a inventar). Y no lo logra, inerte el pecho con el péndulo dentro, interte el pecho. Además, al estar en la punta más delgada de la Y uno no puede danzar tranquilo Y bajo las ordenes del péndulo (tené cuidado te vas a caer). Entonces los dedos tiemblan tiemblan tiemblan Y las piernas saltan saltan saltan, pero siempre en el lugar. Y el tremor crepita Y el tremor grita Y el pecho inerte.¿Entonces qué puede hacer un tremor? Grita Y sigue gritando. El corazón quiere librarse de su aorta que lo ahorca Y empieza a gritarle al cerebro en maldición - Embutido! Farruco! Plutocracia! Mistagogo! Cuero! Rengo! Mojigata! Bobinadora! Lobezno! Rocho! Pateta! Pirobolista! Tronitosa! Aljaba! Refrita! Mondonga! Y el corazón forcejea forcejea forcejea Y las manos tiemblan tiemblan tiemblan Y las piernas saltan saltan saltan Y el pecho inerte Y el pecho inerte.
Uno se olvida que una Y griega tiene un trazo más grueso que el otro, Y eso crea dos realidades posibles. ¿El lado grueso? Vení reite conmigo o tembla como las manos o salta como las piernas o forcejea con el corazón. Pero salí de ahí, salí del pecho que me estoy cansando.
A veces me olvido quien soy, basta.

8.11.10

Y la lluvia cayo al revés; una gota de luz que ascendió.

23.10.10

There is no heaven. There is no hell.
There's just a poor man's atribulated mind, who's lying on an island that drifts towards eternity. There is just a man that can't accept that was born alone and will die alone; lying on an island.
There is no heaven. There is no hell.
This bondage to eternity is not heaven, it's not hell. Humans have a bond to their bones only; and bones are bound to become dust and vanish in eternity.
There is no heaven as there is no hell.
There's just ash, dust and eternity.

14.10.10

Porque en este lugar no hace frio ni calor.
Un instante único y, sin embargo, identico a todos los que lo precedieron.

6.10.10

Es octubre, las flores comienzan a marchitar.

5.10.10

A mi sahumerio le cuelga un hilo de cenizas,
largo como su propio largo.

No es mentira
ni una realidad alterna.
Le está colgando un hilo. De cenizas. ¿Vés?

En la última sección de su brazo,
flotan 4 hilos que se entrelazan freneticos;
como buscar de donde aferrarse en caída libre. (Sólo de las pestañas.)

A mi sahumerio le cuelga un hilo de cenizas.
Ahí está. ¿No lo vés?


2.10.10

Y ví mi sombra, entre las sombras.
(...) a traveller, moving back and forth from one world to another, and like all travellers, he is exposed to fatigue, 'jet-lag', and confusion at having to switch perpetually from one reality to another.



Alan Duff - The Third Language

29.9.10

Se parece a pararte frente a la ventana en tu casa, situada en la única colina de una explanada, y ver como a lo lejos se aproxima una tormenta. Un nubarron horrendo que inmediatamente inyecta através de las retinas futuros recuerdos de una mesa y hojas en blanco; hambrientas todas de ese elíxir que transpira tu caneta, tu bolígrafo. Así también en la tormenta y en la mirada se ven reflejadas las horas que se habrán pasado, pasada la tormenta, frente a un espejo que los engloba a todos y los hace comunicarse, el espejo donde reside toda verdad escrita. (o algo así)
Se parece a pasar la mano por la melena tupida, y como premisa del porvenir, no solo ver el nubarrón. Sino sentir como ya inunda tu coronilla y engrasa tus dedos.
Ahora es cuando la música de esos ingleses melancólicos te encamina en esa cabaña en la colina.
Esta tarde al volver, pateé una paloma; ese accionar inconsciente del deseo cotidiano.
Y todo por la humedad. (O no.)

26.9.10

Con la frente baja absorbo el ruido sordo, la sinestesia muda. Me rodea una brisa de colores que inmune a la luz frontal,es inmutable. Es, y es por vocación de ser.
Ignoro las risas lejanas que amagan a devolverme al ser, como se vuelve a la luz. Ignoro al personaje esporadico, el que hace sonar sus llaves cada domingo para luego irse, y volver al siguiente domingo.
Siento la brisa como se siente la caricia de la amada, como se siente al labio rozar la carne.
Es entonces que me lleno de silencio y los ruidos sordos del exterior se vuelven un alegretto o un moderatto de Bartók encerrado en una caja presurizada. La brisa acaricia mis fosas nasales como formando una telaraña y mis ojos se ven embelesados de oscuridad, sintiendo el verde de la brisa, el verde fluorescente, y al negro azabache tornandarse cerúleo como el techo sin nubes de alguna lejana pradera. Luego el verde de nuevo, como insistiendo. Como si la nostalgia de la lejana pradera quisiera llenarme los poros y que vuele a ella.
Abro los ojos y caigo en la realidad donde las praderas son imágenes colgadas de edificios promocionando algún desodorante de ambiente, o alguna leche descremada.
La calle estaba oscura, había llovido
y brillaba la luna en el asfalto.
Una sombra sin sombra me detuvo
impidiéndome el paso. Oí su voz,
de un helado metal que no era humano,
preguntarme ¿qué buscas, di, qué buscas?
Permanecí ante ella silencioso.
¿Qué buscas, di, qué buscas?, repetía,
la angustia y la mentira son la clave,
apréndelo (me dijo), aún no es tarde.
¿Por qué quieres pasar?, ¿dime qué buscas?
Pero no respondí. Sin decir nada,
abrí las negras puertas de mi pecho
y fue mi cuerpo uno con el mundo.
Sombra sin bulto era aquella sombra
y le tuve piedad como a algo vivo.
En la abrasada luz que eran sus ojos
detuve mi mirada un solo instante.
¿Qué buscas, di, qué buscas? Me decían
aún sus ojos ciegos. Nada busco,
le contesté por fin. Se hundió en la noche
de mis ojos aquella extraña sombra
de la que nada supe. Me aguardaba
una infinita calle toda a oscuras.
Oí mis pasos y descansé en mi sueño.





Linares

19.9.10

El habla de la ideología; el uso de los códigos.

--Él se recluye "en su departamentito de Lavalle y Reconquista, de cara al Río de la Plata, sin ver a nadie, salvo a Aurora [Bernárdez, con quien se casa en París en 1953] y a uno de sus pocos amigos" según lo narra Tomás Eloy Martinez. Así se refiere Él a ese momento de su vida: "De 1946 a 1951, vida porteña, solitaria e independiente; convencido de ser un solterón irreductible, amigo de muy poca gente, melómano, lector a jornada completa, enamorado del cine, burguesito ciego a todo lo que pasaba más allá de la esfera de lo estético. Traductor público nacional. Gran oficio para una vida como la mía en ese entonces, egoístamente solitaria e independiente".
(p. 102-103)
A todos su fé; una única muerte.

15.9.10

Lo cóncavo de la felicidad.

Son algunos días los que se vuelven pequeños encierros del alma en miseria y le aullan a la soledad de la luna, le aullan al recuerdo de una risa de un Dios familiar. Son habitaciones selladas con dementes de huéspedes, atípicos, que no se golpean contra las paredes hasta volverse polvo, mas se sientan en medio del vacío a perder la mirada mientras pudren despacio sus pensamientos (solos y lejos de la luna). Una risa familiar de un Dios lejano necesitan escuchar. Pero la habitación es herméticamente reticente al eco y no permite asomar siquiera al más estruendoso de los recuerdos. Y el silencio se vuelve tortura, y el Dios, lejano. ¿Se busca entonces otro Dios? ¿Dentro de habitaciones selladas hay otros Dioses? Cada demente llega a distintas conclusiones. El primer demente de la tercera habitación de arriba hacia abajo (¿será también de izquierda a derecha?) comienza a reír solo, se balancea en su autismo y en alaridos despoja risas que le son familiares. Luego calla. Luego ríe. Luego grita y se retuerce en el piso con el estómago hirviendo en risas. Luego se calla. Luego muere. Aprendido que sólo existe un Dios, y ser pagano se paga con la vida.
El cuarto demente de la primera habitación (La de más arriba) comienza a llorar una marchita remembranza y una lúgubre canción, ahora desconoce la risa y se arranca los pelos uno a uno, luego los come, luego los enrieda en su garganta y se deja morir (Sentado y miserable). El tercer demente en la cuarta habitación se acuesta a mirar penetrante el cielo razo mudo de su prisión, procurando que el ardor que sienten sus ojos al no cerrar los párpados queme esa carcel y deje ver la luna para reír de nuevo. Durante horas sus ojos no se cierran y todo su ser se enfoca en fundir aquella silenciosa prisión. Pero todo intento callado es futíl y sus ojos se funden con su nuca dejandolo vacío.
El segundo demente en su respectiva habitación se sienta en el medio a pensar, esboza un bosquejo de sonrisa y acepta el mal día. Asume la posición inicial del útero y escapa al onírico infinito.
Mañana habrá despertado en la luna tal vez, con su Dios de la mano.

14.9.10

Los rudimentarios ganchos trizan mis coronas de calcio. Un par de dedos revuelven mi lengua como si quisiera distraerla en una danza mojada.
Mientras... el dentista muele los dientes con un torno.

9.9.10

Me clausuran en mí.
Me dividen en dos.
Me engendran cada día en la paciencia
y en un negro organismo que ruge como el mar.
Me recortan después con las tijeras de la pesadilla
y caigo en este mundo con media sangre vuelta a cada lado:
una cara labrada desde el fondo por los colmillos de la
furia a solas, y otra que se disuelve entre la niebla de las grandes manadas.
No consigo saber quién es el amo aquí.
Cambio bajo mi piel de perro a lobo.
Yo decreto la peste y atravieso con mis flancos en llamas
las planicies del porvenir y del pasado;
yo me tiendo a roer los huesos de tantos sueños
muertos entre celestes pastizales.
Mi reino está en mi sombra y va conmigo dondequiera que vaya,
o se desploma en ruinas con las puertas abiertas a la
invasión del enemigo.
Cada noche desgarro a dentelladas todo lazo ceñido al corazón,
y cada amanecer me encuentra con mi jaula de obediencia en el lomo.
Si devoro a mi dios uso su rostro debajo de mi máscara,
y sin embargo sólo bebo en el abrevadero de los hombres
un aterciopelado veneno de piedad que raspa en las entrañas.
He labrado el torneo en las dos tramas de la tapicería:
he ganado mi cetro de bestia en la intemperie,
y he otorgado también jirones de mansedumbre por trofeo.
Pero ¿quién vence en mí?
¿Quién defiende de mi bastión solitario en el desierto, la sábana del sueño?
¿Y quién roe mis labios, despacito y a oscuras, desde mis propios dientes?




~~

3.9.10

De esos días con aire a tedio, gris por vocación. Cuando gotas adolescentes se aventuran a la vertiginosidad del viento y estancan así su suicidio en una trampa de pelos. Llueve mucho y ya es molestia. Todo molesta hoy.
Montar la bestia metálica como a diario, y por dentro, las voces. Un murmullo hormiguente recorre boca y boca, dejando una vida detrás por cada salto. Pequeños fragmentos, pequeñas frases como granadas que de detonarse en nuestros oídos por completo desencadenarían todo un trasfondo de realidades, patrones de comportamiento. Ya está taladrando mis sienes, el murmullo ya es molestia. Todo molesta hoy. Y el murmullo sigue. Se siente como un remolino al borde de la explosión, una vorágine marrón y verde de susurros.

Todo molesta hoy y no puedo hacer nada. O si. Tal vez un juego, algo que divierta.

Tal vez quiero que el murmullo diga lo que yo quiera.

Tal vez que griten al unísono:

Soldados con pata de palo

Manchas en la tela.

¿Y qué si intento escuchar una voz universal entre el gentío?

¿Y qué si ya no los escucho?


No interesa. El viaje termino.

Afuera sigue lloviendo, tan adolescentemente.

Plétora

Se llama plétora a la plenitud de sangre o al estado resultante de la cantidad de glóbulos rojos

sobre su cifra normal.

Llamaremos Pletóricos a cualquier individuo afecto de esta alteración. Veremos el fuego en sus rostros como si ríos nerviosos de sangre estuviesen al borde del colapso, encendidos. Sus venas obliteradas les dejaran un pulso lleno, ancho y desarrollado, y ese motor que domina sobre la sangre rugirá por más caudal.

Se les cerrará el aire y el sudor les resbalara a brotes. Lava por orín y alfileres punzandoles el tejido craneal. Los persiguira un zumbido hasta el desvelo.

Dolientes de su sangre.

2.9.10

Me pidio que escriba- silencio.

31.8.10

Grises en escala

La lluvia estrepitosa
La sinestesia nublada
La imagen perfecta.
El tiempo parece estar aplastando,
y lo único que puedo decir son éstas estupidas palabras.

Indiegentes

Cruda y cruel la sacrílega carne que se arrastra por los caminos.
Dementes y abatidos, encuentran plumas entre heces y ceramicos.
Al este de la mirada se los vé relamiendo su miseria.
Su pesar los roe, la calle los desgasta.
La traicion del destino- un infortunio desbalanceado.
Otros se burlan de la urbe, la vagan sin remordimiento alguno.
Botellas de alcohol, dos y un grito desaforado.
Días paz, o los días pasan y desatan el ser energúmeno.
Otros les regalan lágrimas y monólogos incoherentes a las vías del tren.

¿Pero a donde iras hoy que las lágrimas las regala el cielo, y tu cruda carne no encuentra las plumas?

27.8.10

S( a )imon vive con las ballenas.

26.8.10

Te traigo la muerte de la que vamos a matarnos.

Solos tú y yo, e irremediablemente
unidos por la muerte: torturados aún por
fantasmas que dejamos con torpeza
arañarnos el cuerpo y luchar por los despojos
del sudario, pero ambos muertos, y
seguros
de nuestra muerte
; dejando al espectro proseguir en vano
con el turbio negocio de los datos: mudo,
el cuerpo, ese impostor en el retrato, y los dos siguiendo
ese otro juego del alma que ya a nada responde,
que lucha con su sombra en el espejo-solos,
caídos frente a él y viendo
detrás del cristal la vida como lluvia, tras del cristal
asombrados
por los demás, por aquellos-Vous etes combien? que nos
sobreviven
y dicen conocernos, y nos llaman
por nuestro nombre grotesco, ¡ah el sórdido, el
viscoso templo de lo humano!
Y sin embargo
solos los dos, y unidos por el frío
que apenas roza brillante envoltura
solos los dos en esta pausa
eterna del tiempo que nada sabe ni quiere, pero dura
como la piedra, solos los dos, y
amándonos
sobre el lecho de la pausa, como se aman
los muertos
«amó», dijiste, autorizado por la muerte
porque sabías de ti como de una tercera persona
bebió dijiste, porque Dios estaba (Pound dixit)
en tu vaso de whiski
amo bebió, dijiste, pero ahora espera
¿espera? y en efecto la resurrección
desde un cristal inválido te avisa
que con armas nuestra muerte florece
para ti que sólo
sabías de la muerte. Aquí
¿debajo o por encima?
de esta piedra
tú que doraste la sobrenatural dureza y el
dolor sobrenatural de los edificios desnudos

¿en qué perspectiva
-dime- acoger la muerte?

en la mesa de disección
tú que danzaste
enloquecido en la plaza desierta
tropezando
hiriéndote las manos en el trapecio del silencio
en pie contra las hojas muertas que
se adherían a tu cuerpo, y contra la hiedra que tapaba
obsesivamente tu boca hinchada de borracho,
danzas, danzaste
sin espacio, caído, pero
no quiero errar en la mitología
de ese nombre del padre que a todos nos falta,
porque somos tan sólo hermanos de una invasión de lo imposible
y tus pasos repiten el eco de los míos en un largo
corredor donde
retrocedo infatigable, sin
jamás moverme
¡ah los hermanos, los hermanos invisibles
que florecen,
en el Terror! ¡Ah los hermanos, los hermanos que se defienden
inútilmente de la luz del mundo con las
manos,
que
se guardan del mundo por el Miedo, y cultivan en la
sombra
de su huerto nefasto la amenaza de lo eterno, en
el ruin mundo de los vivos! ¡Ah los hermanos,
Y el ave,

el ave que vuela sobre el mundo en llamas, diciendo sólo
a los
mortales que se agitan debajo, diciendo
sólo:
ABISMO, ABISMO!
Abismo, sí, tibia guarida
de nuestro amor de hermanos, padre.
¡Pero tan solos!
¡Tan solos! Fantasmas que hace visible la hiedra
-como hiedramerlín como niñadecabezacortada como
mujermurciélago la niña que ya es árbol-
crecen hojas
en la foto, y un florecer te arranca
de los labios caníbales de
nuestra madre Muerte, madre
de nuestro rezo
florecen los muertos florecen
unidos acaso por el sudor helado
muerto de muchas cabezas hambrientas de los vivos
te esperamos ave, ave nacida
de la cabeza que explotó al crepúsculo
ave dibujada en la piedra y llena
de lo posible de la dulzura,
de su sabor
ajeno que es más que la vida, de su crueldad
que es más que la vida
¡ira
de la piedra, ira que a la realidad insulta,
que apalea
a la cabaña torpe de la mentira con verbos
que no son, resplandecen, ira
suprema de lo mudo!
(
te esperamos
en la delgada orilla de lo que cae, en el prado
nocturno que atraviesan lentos
los elefantes
percibís el frío
la
conspiración de las algas,
gelatina, escamas,
mano
que sobresale de la tumba
manos que surgen de la tierra como tallos
surcos arados por la muerte,
cabezas de ahorcados que echan flor:

decapitados que dialogan
a la luz decreciente de las velas,
¡oh quién nos traerá la rima
la música, el sonido que rompa la campana
de la asfixia, y el cristal borroso
de lo posible, la música del beso
!
De ese beso, final, padre, en
que
desaparezcan
de un soplo nuestras sombras, para
asidos de ese metro imposible y f e r o z,

quedarnos a salvo de los hombres para siempre
,
solos yo y tú mi amada





(A los veinticuatro, y a los veintiseis)






9.8.10

Nadie escucha a la tía loca.

Extrañamente miran y miran como por ventana de alto balcon, y se pierden siempre dentro de si mismos como si uno mismo se separara de sí por una distancia igual a la que hay entre el elevado balcon y el suelo o la del balcon al cielo mismo. Extrañamente son tiempos de depresión por volar en el vacío, por no encontrarse, por no entenderse, por pelear con ese espejo macabro que refleja el vacío que es volar con alas amarradas en una voluta de humo pasajero. En la nada. Y la paciencia. La paciencia es la tía loca e ida de la familia. Ya no cuentas con su simpatía loca tía, prefieren perderse en su reflejo a arroparte tía loca (Ni la locura ni el paciente). Quédate sola, tía, en tu puerta inmutable de los tiempos, con tus gatos y tus tazas de té. Deja de invitarlos con aire taciturno a sentarlos a tu mesa a escuchar el río de sus venas. Deja ya de maravillarte por como corre el aíre dentro del tímpano y como la selva de la cabeza crece y decrece y como las uñas, hueso y carne. Deja ya de enamorarte de la vida que te vuelve loca y más loca. Miralos a ellos en sus círculos de fuego jugando a pulir el borde con un trapo húmedo que con en un ínfimo centésimosegundito se consume en árida ceniza y los dactilares se les vuelven con fuerza de inercia, chamuscados, heridos.
Míralos lamentar la soledad del círculo y la incomprensión de las demás figuras geométricas que son los otros. Todos somos islas ardiendo en el vacio tía loca. Y creo a veces todos olvidamos tus risotadas en pleno debate a la cena, olvidamos como reías con nuestros pequeños ahogos conjuntos en un pocillo de café ,olvidamos completamente que hablabas de formar archipielagos en la oscuridad.
Ya tía loca, nos olvidamos que es arcana tu piel y no has reído solo de nuestra mesa y nuestros cafés sino que les has sonreído con calma hasta al césar y le has dado uvas para calmar su carcel centrífuga.
Tía loca, los desespera tu presencia. Imitarte es mirar un espejo sin reflejo.
Ya estan hartos tía, de que les pinten tu nombre como un cuadro y los empujen a una caída de libre interpretación con la ilusión de tener tu espectral mano agarrada de la suya (Están solos y cayendo, como todos).
Extrañamente todos parecen estar cansados de tu té, tía. Se asquean con sus refrescos hasta las arcadas y luego se desesperan ahogados en una nada más eterea que la nada misma.
Extrañamente hay una depresión de naufragos del éter.
Haz que vengan contigo, haz que se amiguen con la tía loca.
Dejen de mirar al vacío del espejo y tomen un té con la tía.
Dejen de estar tristes por ser y escuchen el río de sus venas.
Corran con él.

5.8.10

Camino ( - )

Iba pensativo de vagón en vagón (o tal vez estación y yo no ví) arrojando miradas de desapruebo y tal vez una mirada perdida que simule una sonrisa, pero no, yo no te sonrío. Y detuveme en el niño, el niño y sus gulas consentidas en bolitas de soda en bolitas de limón en botellitas de cuajo. Y agradable el niño provoca con un mirar un nunca ya simulacro de sonrisa ante la imagen pura de un cabeza pequeña ingiriendo a correr de conejos y sorbos y sorbos una cantidad inhumana de jugo de jugo de conejo que corre y jugo de conejo que sorbe y jugo de cuajo de limón.
Sonreí. Le sonreí al pequeño, anodadado de la pureza y simpleza que lo arrastra de vagón a vagón (o estación a estación por si no vió) olvidando la tal vez bestia que ese pequeño humano podría llegar a ser. Sonreí. Le sonreí igual.
Y atravesando vagón y vagón y estación y estación la madre lo eleva a la altura de los barandales, a la altura de sus hombros cobijandolo con brazos de consentido.
Y la bestia lanzó 2 metros lejos de sí un brebaje hediente y blanco. Para molestia de la fila sentada en colchones el brebaje les asesinó el ojo les atestó las carteras y les hedió las prendas.
Sonreí, sonreí esta vez por lo insulso de mi anterior mueca, y recordé cuan asquerosos somos todos por dentro, olvidé que la bestia se rodea de bestias y bestias somos.
Sonreí, porque el aire apestaba. Como todos nosotros.

31.7.10

¿No ves que respiras como nosotros? Cafeína.
Dejalo, es preso de sus delirios.

30.7.10

Lo fastidioso es tener que aprender nombres todo el tiempo.

Es un trén.
Un vaivén remolinico
que los aloja de espora manera.
(allá y acá también)
Los escuchas eructar;
Reir
Mear
Bañar
Gritar
Soñar
Llorar.
Y vaivén va y viene.
Y vaivén van y vienen.

Gravenhurst - Animals




They descend upon the city like flies
Spraying their eggs into a dead dog’s eyes
It’s england on a saturday night
I wish i could be like them and i try
But i find it more rewarding to walk along the river
Picturing my body discarded in the water
I wonder who will do it and i wonder what they’re doing right now
They opened up the sewers tonight
Animals caged in their appetites
Let loose upon the passer-by
And people like me are just parasites
Take me to the river
I want to feel the water
Closing in and helpless as you’re pushing my head under
I wonder if you’ll do it and i wonder what you’re doing right now
At four am you’re lying right there
With urine and wine dried in your hair
I take you to the river
I want to show you something
I’m making a map from all the flowers i’m collecting
I wonder if i’ll do it and i wonder what i’m doing right now

29.7.10

Crónicas de entresemana.

Oscurece acá I

Calles hechas de paz y casitas de humo que exhalan acojo.
Mi respiración se amiga con el frío y la torna un gas rojo.
Los autos movidos por manos frágiles que entienden distancias.
El aire se respira tranquilo.
Miercoles a la noche.
Y los humos y mi respiración.
Y los autos que van quiensabedonde.


Oscurece acá II

No existe la paz cuando urbe
Y las casitas de humo de un lejano pueblo
son solo cajitas de fósforos que gritan al descanso.
La respiración no existe, es esclava de la humedad que la ata a tus pulmones.
Miles de luces por doquier no entienden lo que es llegar a destino.
El aire se paga a fin de mes.
Jueves a la noche.
Y la gente y sus edificios amontonados.
Y todos respiran. Y todos mueren.
Y los autos... que importa a donde van.

25.7.10

No tendrías que haber desaparecido

A la loca de los petardos
Cual historia sin sentido
Un cierre abierto
Un hueco en lo lógico.

Por suerte café
y nuestros dedos
y nuestro cofre.


Pero en el hueco y en la mochila
siempre albergue habrá.
Nunca una molestia.

23.7.10

Sólo quería que ninguno de ustedes se olvide que hoy está un día más muerto

20.7.10

A través de soles he venido escapando


Naturaleza Viva
Naturaleza Muerta
Y a todo se lo traga la sombra.

Almuerzo
mis
desayunos
y
los
ceno,
también.
Se deben estar quemando mis tostados.
Prender sahumerios y cortarse la uñas deberían ser una profesión.

Huelan las rosas.

Sometimes i wish people would wake up and Smell The Roses
Somebody once said "those who feel it know it"
Somehow on this new world order something old is lost
But at what cost, at what cost?
I wish people would wake up and Smell The Roses
Somebody once said "Those who feel it, they know it"
"Those who feel it, they know it"
Somehow on this new world order something old is lost
But at what cost, at what cost?
The people, they don't know
They don't know who they are
I don't understand it
The people, they don't know who they are
And I don't understand it
As I stand accused, who cares if Jesus was black or white?
Or if the world was created in seven days or seven nights?
I don't give a red, white or blue freak, do you?
Who cares if the melanine of the first person to fall down in front of the first brick
that was thrown to fulfill the American cream-dream was dark in hue, or hueless?
I don't give a red, white or blue freak, do you?
It doesn't pay the taxes or the rent, doesn't make up for time spent
Doing life, bowing and scraping to live in a box, to live in this land, I don't understand
I don't understand it And I, I can't understand it.
The people they don't know who they are
I don't understand it
The people they don't know who they are
And I don't, I don't understand it
I wish people would wake up and Smell The Roses
I wish people would wake up and Smell The Roses
Somebody once said "Those who feel it, know it"
Somebody once said "Those who feel it, know it"
Somebody once said "Those who feel it, know it"
People they don't know who they are
And I can't understand it
They don't who they are, they don't who they are, they don't who they are
And I can't understand it.






A veces deseo que la gente oliese las rosas al despertar.
Alguien alguna vez dijo "Quienes lo sienten, lo saben."
De alguna manera en este nuevo mundo algo se perdió.
Y a expensas de qué? A expensas de qué?
Desearía que la gente oliese las rosas al despertar.
Alguien alguna vez dijo "Quienes lo sienten, lo saben."
De alguna manera en este nuevo mundo algo se perdió.
Y a expensas de qué? A expensas de qué?
Las personas, ellas no saben.
No saben quienes son.
Y no logro entenderlo.
Las personas, ellas no saben.
No saben quienes son.
Y no logro entenderlo.
Mientras me veo acusado,
A quién le importa si Jesús era blanco o negro?
O si el mundo fue creado en siete días o siete noches?
A mi me importa un carajo de cualquier color, y a ti?
A quién le importa si la melanina de la primer persona en sucumbir frente al primer
ladrillo lanzado para completar el sueño americano era de tono oscuro o sin tono?
A mi me importa un carajo de cualquier color, y a ti?
It doesn't pay the taxes or the rent, doesn't make up for time spent
Doing life, bowing and scraping to live in a box, to live in this land, I don't understand
No paga los impuestos ni el alquiler, no recompensa el tiempo perdido.
Rebuscándose la vida, haciendo reverencias y rasguñando para poder vivir en una caja,
para vivir en esta tierra, no lo entiendo.
Simplemente no lo entiendo.
La gente no sabe quien es.
Y no puedo entenderlo.
La gente no sabe quien es.
Y no puedo entenderlo.
Desearía que la gente oliese las rosas al despertar.
Desearía que la gente oliese las rosas al despertar.
Alguien alguna vez dijo "Quienes lo sienten, lo saben."
Alguien alguna vez dijo "Quienes lo sienten, lo saben."
Alguien alguna vez dijo "Quienes lo sienten, lo saben."
La gente no sabe quien es.
Y yo no la entiendo.
No saben quienes son, no saben quienes son, no saben quienes son.
Y simplemente no puedo entenderlos.
Y bailar saltando la carcajada
Y reír llorando la euforia

Los hijos del insomnio te dicen Buen día (o Buenas Noches,me estoy despertando)

Tal vez sean sólo dos horas las que necesita la mente para ver los huesos del dedo. O no, tal vez solo diez minutos sean mas que suficientes. No sé, a estas horas ya no sé, porque ya no hay horas, porque los días se miden en "tengo sueño" y nada más. ¿Qué necesidad de dormir tanto?

19.7.10

God is dead.

17.7.10

De la felicidad.

Tal vez un moebius es un tanto lo que representa algo inquebrantable y sin límite alguno ( Que aparentemente demasiado es nunca ) y llega a tener llanto del derecho al revés ni siquiera naciendo del pecho frío y vacío (Sensación de desvanecer) sino del círculo de la sonrisa prolongada por hora y media hija y producto de un algo nunca demasiado que ronda y aproxima el tamaño de la palma hacia los nudillos apoyados sobre los laterales de quién (o que) no tiene como nombrarse. (Pegar y despegar las carnes resquebrajadas muy despacito, sentir como todo el peso y toda la liviandad de un labidapio se apoya sobre su par)
Como nunca y siempre es ahora lo que suele sentirse como un redondo que vuela que se encuentra a un suspiro alegre de explotar en cientos de círculos con formas de petalos y ambiguas cintas infinitas unidas por sus tiernos lados. Y dentro del infinito solo atino a escaparse una de las iniciales del vocablo tan añorado y destino del periplo (Nuestro el sentir).
Un moebius es un infinito donde nunca es demasiado.
Como vos.
Como yo.

16.7.10

El invierno no es verde

Uno se pregunta que motivo podría llegar a arrancar como a deforestar un bosque lleno de árboles cuidadosamente concebidos, criados, amados, embellecidos de una manera fugaz. Llévase uno a preguntar si realmente eso es posible... los árboles con sus recuerdos ya son más fuertes que todo lo demás, y saben bien ellos que ni la más fiera de las bestias podría escarbarle la raíz. Puesto que dentro del bosque merodean ya cientos de flujos y focos de energía que son más que un árbol, más que el hada del hornero, más que el lobo en su cueva, más que un pájaro y su vuelo feliz. Entonces tiene que pensarse que el bosque ya es indestructible. O tal vez no. Tal vez el fuego sea universalmente signo de ceniza y lave con penurias cualquiera energía. Mas se atreven a pensar que no. Y alejar el fuego tal vez no sea cosa tan difícil. Ya nacieron desde arácnidos, mamíferos hasta péptidos a base de moleculas. Y el bosque las concibe a las uniones todas. Hasta la de los amantes que buscan su corazón separados por miles de árboles de ojos que no comprenden, que solo ven lo que ven y piensan ver. Hasta los amantes que entre aviones y turbas húmedas aprecian las luces solares que atraviesan los pastos y llenan una espalda y los pies de ese brillo que se retrata para una póstuma lágrima. Y los animales todos se unen a los insectos a los amantes a las moleculas a las hojas a las ramas y sus tallos para conformar una sola cosa que ni el fuego ha de arrasar. O tal vez si. Toda suerte cómo la de todo ente mortal es la de sucumbir a una sombra que consume todo sin necesidad de lavar con cenizas. La sombra traga. La sombra no cede puesto que carece de cara a la cual dialogar. Pero que si el bosque es amigo de la sombra y se asegura un lugar trascendental. Se sabe de bosques, se sabe de muchos, que han perdurado al fuego oscuro y han cocido la boca de quienes se extinguen fácilmente con un poco de llama sombría. Hagamos un pacto. Dejemos a los amantes y a sus correspondientes animales atados a su sombra, que vaguen, inclusive, por su cuenta propia, pero que nunca salgan de su bosque. Permitir que cada pensamiento y cada paso pueda hacerlo más grande. Conciban se entonces, más árboles de la memoria cuidadosamente amados por una caricia que nace del extremo sur de un pecho hasta la punta de un capilar acostado en un suelo húmedo. Hagamos del bosque una sombra entera que nos ate al suelo, que cada sol que alumbre al ojo refleje en el piso la memoria de que por más sólo el ojo que vea, en otro lugar del bosque tiene su par retinal, y éste jamás estará solo mientras la luz manche una sombra en el verde.
Olvidan entonces el fuego, las sombras, los gritos, las depredaciones y se entregan a amar cada rama de los árboles, y a construir a lo largo de un sendero de humus cada vez más árboles que olvidan las distancias, y los kilometros les parecen solo una risa al oído atravesando la noche. Puesto que todo esto que no se puede nombrar, los amantes lo esconden en el bosque.

14.7.10

Hablen, tienen tres minutos

De vuelta del paseo
donde junté una florecita para tenerte
entre mis dedos un momento,
y bebí una botellas de Beaujolais,
para bajar al pozo donde bailaba un oso luna,
en la penumbra dorada de la lámpara
cuelgo mi piel y sé que estaré solo en la ciudad
más poblada del mundo.

Excusarás este balance histérico,
entre fuga a la rata y queja de morfina,
teniendo en cuenta que hace frío,
llueve sobre mi taza de café,
y en cada medialuna
la humedad alisa sus patitas de esponja.

Máxime sabiendo que pienso en ti obstinadamente,
como una ciega máquina, como la cifra que repite
interminablemente el gongo de la fiebre
el loco que cobija su paloma en la mano,
acariciándola hora a hora
hasta mezclar los dedos y las plumas
en una sola miga de ternura.

Creo que sospecharás esto que ocurre,
como yo te presiento a la distancia en tu ciudad,
volviendo del paseo donde quizá juntases
la misma florecita, un poco por botánica,
un poco porque aquí,
porque es preciso
que no estemos tan solos,
que nos demos un pétalo,
aunque sea un pasito, una pelusa.




Jc

Bolero.



Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.

Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.

Por ahí un papelito
que solamente dice:

Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.


JC.

12.7.10

T

Al trigésimo trote del temple , taimados los temas del tazón. Tiendo a pensar en la tela del tocador, triste tela del tocador. También toco sus tallos y trenzas para trazar mi tétrico teorema ( y su toda totalidad ). A tientas en lo oscuro trastabillo con el desespero de tu terciopelo y mi incertidumbre del tazón tienta al tocador a tocarle los tobillos al teorema todo y a tientas volcar sobre las telas un té de tilo - Y los rayos de la luna.

9.7.10

Fábula de Joan Miró



El azul estaba inmovilizado entre el rojo y el negro.
El viento iba y venía por la página del llano,
encendía pequeñas fogatas, se revolcaba en la ceniza,
salía con la cara tiznada gritando por las esquinas,
el viento iba y venía abriendo y cerrando puertas y ventanas,
iba y venía por los crepusculares corredores del cráneo,
el viento con mala letra y las manos manchadas de tinta
escribía y borraba lo que había escrito sobre la pared del día.
El sol no era sino el presentimiento del color amarillo,
una insinuación de plumas, el grito futuro del gallo.
La nieve se había extraviado, el mar había perdido el habla,
era un rumor errante, unas vocales en busca de una palabra.

El azul estaba inmovilizado, nadie lo miraba, nadie lo oía:
el rojo era un ciego, el negro un sordomudo.
El viento iba y venía preguntando ¿por dónde anda Joan Miró?
Estaba ahí desde el principio pero el viento no lo veía:
inmovilizado entre el azul y el rojo, el negro y el amarillo,
Miró era una mirada transparente, una mirada de siete manos.
Siete manos en forma de orejas para oír a los siete colores,
siete manos en forma de pies para subir los siete escalones del arco iris,
siete manos en forma de raíces para estar en todas partes y a la vez en Barcelona.

Miró era una mirada de siete manos.
Con la primera mano golpeaba el tambor de la luna,
con la segunda sembraba pájaros en el jardín del viento,
con la tercera agitaba el cubilete de las constelaciones,
con la cuarta escribía la leyenda de los siglos de los caracoles,
con la quinta plantaba islas en el pecho del verde,
con la sexta hacía una mujer mezclando noche y agua, música y electricidad,
con la séptima borraba todo lo que había hecho y comenzaba de nuevo.

El rojo abrió los ojos, el negro dijo algo incomprensible y el azul se levantó.
Ninguno de los tres podía creer lo que veía:
¿eran ocho gavilanes o eran ocho paraguas?
Los ocho abrieron las alas, se echaron a volar y desaparecieron por un vidrio roto.

Miró empezó a quemar sus telas.
Ardían los leones y las arañas, las mujeres y las estrellas,
el cielo se pobló de triángulos, esferas, discos, hexaedros en llamas,
el fuego consumió enteramente a la granjera planetaria plantada en el centro del espacio,
del montón de cenizas brotaron mariposas, peces voladores, roncos fonógrafos,
pero entre los agujeros de los cuadros chamuscados
volvían el espacio azul y la raya de la golondrina, el follaje de nubes y el bastón florido:
era la primavera que insistía, insistía con ademanes verdes.
Ante tanta obstinación luminosa Miró se rascó la cabeza con su quinta mano,
murmurando para sí mismo: Trabajo como un jardinero.

¿Jardín de piedras o de barcas? ¿Jardín de poleas o de bailarinas?
El azul, el negro y el rojo corrían por los prados,
las estrellas andaban desnudas pero las friolentas colinas se habían metido debajo de las sábanas,
había volcanes portátiles y fuegos de artificio a domicilio.
Las dos señoritas que guardan la entrada a la puerta de las percepciones,
Geometría y Perspectiva,
se habían ido a tomar el fresco del brazo de Miró, cantando
Une étoile caresse le sein d’une négresse.

El viento dio la vuelta a la página del llano, alzó la cara y dijo, ¿Pero dónde anda Joan Miró?
Estaba ahí desde el principio y el viento no lo veía:
Miró era una mirada transparente por donde entraban y salían atareados abecedarios.

No eran letras las que entraban y salían por los túneles del ojo:
eran cosas vivas que se juntaban y se dividían, se abrazaban y se mordían y se dispersaban,
corrían por toda la página en hileras animadas y multicolores, tenían cuernos y rabos,
unas estaban cubiertas de escamas, otras de plumas, otras andaban en cueros,
y las palabras que formaban eran palpables, audibles y comestibles pero impronunciables:
no eran letras sino sensaciones, no eran sensaciones sino Transfiguraciones.

¿Y todo esto para qué? Para trazar una línea en la celda de un solitario,
para iluminar con un girasol la cabeza de luna del campesino,
para recibir a la noche que viene con personajes azules y pájaros de fiesta,
para saludar a la muerte con una salva de geranios,
para decirle buenos días al día que llega sin jamás preguntarle de dónde viene y adónde va,
para recordar que la cascada es una muchacha que baja las escaleras muerta de risa,
para ver al sol y a sus planetas meciéndose en el trapecio del horizontes,
para aprender a mirar y para que las cosas nos miren y entren y salgan por nuestras miradas,
abecedarios vivientes que echan raíces, suben, florecen, estallan, vuelan, se disipan, caen.

Las miradas son semillas, mirar es sembrar, Miró trabaja como un jardinero
y con sus siete manos traza incansable —círculo y rabo, ¡oh! y ¡ah!—
la gran exclamación con que todos los días comienza el mundo.




Octavio Paz
Le creo al silencio muerto de mi espejo.

Es como cuando un pequeñito demonio producto de tu desvelo te tira el pelo y te hace tocar la tierra con la seda de los ojos. Se siente como un caer despacio frenético de pisar luna la y volar al paralelo olvido, y nunca tocas, nunca tocas. Ahora con los párpados seccionados para poder ver a oscuras (y que lo oscuro te vea también) apoyas la sien en la silla y sentís tronar a los demonios repletos de ganas de chocar la seda con el asfalto, pero vos y los párpados no ceden, nunca ceden. Así también hay gritos en el tímpano mayor (recordá cuanto duermen los muertos). Pero vos nunca dormís, nunca.

6.7.10

Below standard.
Weak.
Near the borderline.

Más sinónimos para llamarte mediocre querés?

La ciudad

De veras añoraba el rosa del horizonte.
Acá se vé más. Acá decir horizonte no es ver una antena.
Llanura. Sur.-

Letargo

Levanta la frente y sumite al vacío de vivir
Porque ni tal ni cual te van a salvar.
¿Miedo a la muerte?
Ya te estás muriendo.
¿Por qué pensas que la agonía te escupe letargo?
Siempre presente.
(Como siempre ausente)
La cueva fría.
Los dedos resbalan.
Un brindis al traidor
No quiero escuchar ni la última gota del sollozo al már,
ni quiero ver la curvatura de la vertebra al explotar la cerradura.
Prefiero quemarle los ojos a la serpiente
y ocultar que la cáscara sin el fruto ya no es atractivo.
Ahora hay toda clase de árboles.
Sus frutos todos, carecen de cáscara.
Prefiero quemarle los ojos a la serpiente
y que devore en paz toda la hectárea.
Hay un inefable Dios dentro.
Aplasta entre sus dedos de arena
la calma que genera el pájaro.
La suicida al viento.

El pájaro vuela libre,
pero es del viento.
El pájaro es libre,
porque el viento no es dueño de más que su propio oxígeno.

4.7.10

Plagados los cientos de pasados soles con el ansío de la dicha de tangibilizar el respiro tuyo y hacer tu sombra la mia. El tiempo ,por vocación, bañó en luz la puerta cruzada con rutina. Un encuentro del tipo lobezno, nunca me fuí al parecer. Es que que al bosque siempre se migra de vuelta y son muchas las luciérnagas en nuestros árboles. ¿Por qué solo nosotros sentimos sus luces?. Las retinas ligeras y las costumbres lo llaman amor,pero es ciertamente muy banal para que englobe el frío en el pecho, el aliento entrecortado, el escalofrío en tu piel, los húmedos labios, la piedra marítima, el pasto o a Noruega.
Entonces pienso en ese pájaro que lleva su mochila a la travesía de vivir. A la espalda fiel y cercana al oído de la mente. ¿Y qué hay de su reflejo en el cristal del horizonte mientras atraviesa el már?. Sabemos que el pájaro y su periplo (y su reflejo también) son no más que la esencia de un solo todo que a falta de etiqueta terrenal embriaga los sentidos en totalidad, abraza fuerte, escupe silencios, besa despacio, exprime los ojos, taima lo indómito y con una sonrisa en los járpados sacude el cruento corazón. Y dentro de la mochila un lupino se envuelve en las caricias de un nido seguro, amando el cobijo.
El lobo se funde en el nido como la mochila en la espalda del pájaro.
Y la esencia es siempre la misma.


Y el periplo puede tener sólo un nombre. El tuyo.

26.6.10

Quisiera chocar freneticamente contra paredes de concreto, gritar los pulmones maldiciendo el cielo y que mis ojos impotentes solo atinen a escupir una lágrima cargada de nervios.
Porque otra vez
siento eso en el pecho que no sé que es.

De la fría noche.

Se ahoga el ocaso.
Y la cáscara sobre el balcon se vuelve mas seca.
Ignorar.
Ignorar?
Ignorar.
Por que ya está uno en el éter de la conciencia,
Este no es mi cuerpo
y mis oídos no los escuchan,
mucho menos mis ojos les enfocan las facciones.
¿Una mirada vacia?
Vacio está todo.


Reticente.
Indiferente.

Me voy con el viento.

25.6.10

Más discusión

Risque, ella dijo, ¿No adoras a Rilke?

No, dije, me aburre. Los poetas me aburren, son mierdas, caracoles, pedacitos de
polvo en un viento barato.

Lorca, dijo, ¿Qué te parece Lorca?

Lorca era bueno cuando era bueno. Sabía como
cantar, pero la única razón por la que te gusta
es porque fue asesinado.

Shelley, entonces, ¿Qué te parece Shelley?

¿No se ahogó en un bote de remos?

Entonces, ¿Qué te parecen los amantes? Me olvidé sus nombres...
Los dos franceses, uno asesinó al otro...

Bárbaro, dije, ahora háblame de
Oscar Wilde.

Un gran hombre, dijo ella.

Él era inteligente, dije, pero vos crees en todas esas cosas
por la razón equivocada.

Van Gogh entonces, dijo ella.

Ahí vamos, dije, ahí vamos de nuevo.

¿Qué me quieres decir?

Quiero decir que lo que los otros pintores de la época decían era verdad:
Que era un pintor promedio.

¿Cómo lo sabes?

Lo sé porque pagué $10 para entrar y ver algunas de sus
pinturas. Ví que era interesante,
honorable, pero no grandioso.

¿Cómo podes decir, preguntó, todas estas cosas acerca de toda esta gente?

Querrás decir, ¿Por qué no estoy de acuerdo con vos?

¡Para ser un hombre que casi se está muriendo de hambre, hablas como si fueras
un tremendo sabio!

Pero, dije, ¿No se murieron de hambre todos tus héroes?

Pero esto es diferente; no te gusta nada de lo que a mí me gusta.

No, dije, simplemente no me gustan de la manera que te gustan.

Me voy, dijo.

Podría haberte mentido, dije, como la mayoría lo hace.

¿Quieres decir que los hombres me mienten?

Sí, para llegar a lo que crees que es sagrado.

¿Quieres decir que no es sagrado?

No lo sé, pero no te voy a mentir
para que funcione.

Vete a cagar entonces, dijo.

Buenas noches, dije.

Ella dio un bruto portazo.

Me levanté y prendí la radio.

Había un pianista tocando la misma pieza de Grieg.
Nada cambió. Nada cambia nunca.
Nada.



C. B.

22.6.10

En ese sueño yo quedaba sin aliento y dormía.

De vuelta en la calle, mirás como la avenida podría bañarse de accidentes si hasta el más viejo conductor se viese tomado de riendas por las hormonas de su pubertad por tan sólo una imagen púbica *aire*
Era solo una viñeta en mi cabeza al pisar. Pero merece mención que se yo. Lo puntual es que se pasa el tiempo como peine en pelo y como ese papel en esa raya.
¿Hay alguna palabra en español que englobe plácida caminata tranquila?
Basta pregunta, el tiempo, hablaba del tiempo.
¿Qué se habrá metido Piazolla para ver la luna rodando por Callao?
Deja de preguntarte lo que yo. Sin embargo que bueno que preguntes, yo solo veo flyers prostitutos. Retomo, bajas al subte.
Las goteras, la húmedad, aquel cartel brillante, la ropa interior, la escalera, el monstruo, el indigente, el músico, Angel Gallardo.
¿Por qué tan callada?
Deberías vos responder eso.
¿Debería?
Ignoro.12 cuadras más y te ahogo en sabanas.
¿Agua?
No , gracias. Yo no sé preguntar, pero me encantaría que te silencies hasta que llegue a la cueva.
¿Por qué escondes tu pregunta?
Sólo no sé, caminá. Por hoy y todas mis mañanas , aunque 3 más, ya estoy cansado de preguntarme cosas, por eso te llevo de la mano.
¿Qué sentido en qué el semaforo no frené a los autos? ¿Y yo cuando paso? ¿Tengo que esperar a que de casualidad no pase nadie?
Ahí ves porque te llevo de la mano.
¿Será que no tiene sentido que todo exista?
Me parece destruida mi cabeza para tan temprano pensar siquiera en responder a una ya pesada pregunta tras pregunta.*aire* Y allá en los chinos pensas en cuan divertido sería estrellarse con una pila de papel higienicos montado en un montoncito de metal torcido.
¿Qué se lee más tarde?
Callate.
¿Hay alguna cosa que se deba finiquitar?
El cid, mirá.
¿A qué huele?
El vecino quema cáñamo mientras pasea al perro *aire* Recuerdo haber analizado a un tipo en la parada del colectivo. Siempre puntual rociando gotas al vaivén de cemento, siempre usando su cara de rutina. Rutina como el perro que se pasea.
¿Tenés la llave?
Mm. ¿Te querés callar?
¡Preguntaste!

Te ahogo.*aire*

21.6.10

La vida se torna entonces 20 mts. de tira de pelicula y todo lo que se concibe ya no está. Nada realmente tiene sentido si sólo hablamos de una tira. Una hoja de un libro de un tomo de una colección en la gran puta bibloteca del universo. Y así me remonto a largos fines de semana de internado, de retiro musical y reflexivo. Donde entre interrogantes suicidandose de una voluta de humo sólo sobrevivió uno por sobre el resto y disparó en toda su agonía la pregunta que fisuró la sien. Lo resumamos coloquialmente, ¿qué más flashero que vivir?.-
All in all, there are no more spiders on the wall.
Siempre vocación de mimo,
extraña figura siempre camaleón.
Se moldea luna,se moldea sol.


Títere, hilo.
Así pared, así el suelo.
Guarda la espalda en su azabache
y devora la figura.



Hasta de un árbol, la sombra es mejor amiga.

20.6.10













Monoambiente (donde dos es uno)

15.6.10

¡ C u a l q u i e r a !

13.6.10

Cuando decir un poco mas de diez es alivio.
Que a un tantos respiros despues de diez,
nieve entre fosas y lóbulos rojos cargados de viento.
Y de nuevo,
el título de Sir.
(con asfalto y sus calles de pasto)

Ahora más, enerva las venas la sensación que no se puede nombrar.
Ahora más, el lupino y las entrañas del bosque.


Diez y un tantos más respiros.
Diez y un tantos más respiros y el frío no quemará más.



(La sangre del ojo , o rojo amor, que llena la retina,que sacia las fauces.)

6.6.10

a rose is a rose is a rose





(Me robó mi sombra

la sombra cerrada

Quieto de silencio

oí que mis pasos

pasaban)


xV








(Nunca pedí permiso,
mucho menos disculpas.)

La cuestion es simple hoy.
El lobo extraña la nieve de su bosque.

3.6.10

Amanece.
Las sombras otra vez
son montañas.

1.6.10

Cuando respiras y abris los ojos

Que cuando a la sábana la tapa un ojo, el que resta solo en catarsis se mueve y que nada de lo que pienses te atrevas a pensar que es real
o si es real...
¿y si es real?
Y si cada párpado encierra realidades que el egosimo retinal oculta.
Así entonces concibo que al arrancar una plantita del húmedo terral saldrá un pequeño ser de redondos rasgos con pinzas por dedos y remera a rayas. ¿Qué haces con una planta en la cabeza?
La respuesta solo es una sucesion de gemelos y copias que salen sin descanso, como internos de una carcel a quienes se les abrio la reja.
Salgan sin permiso que esto es real, salgan que el párpado y la retina ahora son un ojo y la sábana que cubre al otro.
Vos,cerra los ojos y decime que los ves. Abrilos y contame ¿Cómo se llama el pequeño de la planta en la cabeza? ... ¿Cómo es que te llamas? ¿Por qué queres mi ceja?
Si quiero no estas más, sos real pero la retina se enoja muy rápido y las luces de mi nuca de rojas pueden pasar a verdes y dejarte ciego. No te fies de la amabilidad de mi párpado y la negligencia de mi retina, que si hay verde te podes esfumar y en tu lugar vendría la mariposa que me visitó la otra noche. Igual no te fies de mi boca pequeñito, que si sos real podes hacer lo que se te ocurra, sólo dejá en paz mi ceja que molesta.
Si respiro más rápido tal vez podría vestirte de otra forma, a la mariposa le regalé antenas con chispas de colores. Ella a cambio me regalo aromas.
Hablando de sahumerios pequeñito, ¿Notaste como al intentar atrapar humo frente a un blanco entre mucho negro y nada sólo logras que un hilo largo se transforme en pequeños tentempies de aire licuado?
Decime pequeñito, ahora que estas sentado y mi respiración no te aleja... Cuando cerras los ojos ¿Qué ves?
Tal vez vos que sos real puedas ver otras realidades, tal vez si vos las ves yo soy tan normal como vos.
¿Y tus gemelos de la tierra? Deciles que vuelvan, escapense al párpado que el mundo de la retina ya no es para ustedes. Sólo porque (dicen) dicen que la imaginación no es de este mundo.