Hay, además de tu figura,
un sinfín de risas que guardo
en pequeñas cajas al costado
de mi ceja derecha.
Así , cuando la levanto puedo
soslayar por un momento
aquellas mañanas de saladas carnes
o tardes llenas de perros que arruinan pantalones o simplemente de grandotes de chocolate que hacían de compañeros a nuestras ciberneticas diversiones.
Además de trece los años, cero es el número de entreveros.
Por ser vos , mi hermano.
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