Te cuento como reptan hacía mí cientos de coagulos gelatinosos con algodones por ojos
y como móvil miles de semillas.
Reptan y reptan , a su desplazar llenando la habitación de sonidos desagradables como
el del zapato que se levanta al pisar heces, como suena uno, o cien, forúnculos explotando a la vez, como millares de mosquitos succionando su elixir y agraciados partir en ese vuelozumbido desesperante.
Las paredes y donde mires , están plagadas de reptantes coagulos. Y la silla de repente se torna lo más seguro , y a la vez, no.
Veo de reojo que se mueven en mi dirección pero el suelo tiembla en desacuerdo y le dan a mi silla y a su radio un segundo mas de paz.
Y con la costumbre de uno de describir cada instante con tan solo una palabra, recaigo en la imposibilidad de la inexpresión certera, me envuelve el coagulo y me estalla la oreja. ¿asco? ¿desespero? ¿Todo junto?
No sé , solo dejen de reptar malditos
Que me inquieta el sonido
Que me desespera su aproximo
¡Basta!
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