Con todo el mito de que por vivir aca seguro tenemos pinguinos de mascotas y que andan por la calle siempre tuve la frustración de decir "la puta madre , nunca vi un pinguino de cerca"
y despues de 18 años , la casualidad nos regaló un gordito
que entre picotazos y escapadas se termino soltando y nos dejo acariciarlo.
[Tuve que usar el celular , siempre que salgo sin camara algo me pasa.]
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jaja que hermoso que era ese gorditoo. eso no se va a repetir nunca jamas
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